La palabra es un regalo. Un precioso don derramado en las entrañas de aquellos que aún tratan de apresar la verdad. Es un presente inesperado, inmerecido, a veces desconocido, oculto.

Una de las mayores satisfacciones del maestro es descubrir el poder, los dones, las capacidades que se encuentran dormidas en sus alumnos. Descubrirlas y re-conocer su valor, su potencial, el inmenso poder de lo inmerecido, de lo otorgado, del don.García Márquez pidió en el último congreso del ya anciano idioma español que escribamos, y que escribamos bien... para esos millones y millones de lectores ávidos por encontrar en las palabras algo más que promesas o esperanzas de consumo. Que escribamos bien, que mimemos las palabras, que pongamos en el cajón de los regalos el más preciado, el más frágil, el más etéreo, el don de (enseñar) la palabra.







martes, 30 de junio de 2015

YA LLEGA JULIO

FELICES VACACIONES.

PROMETÍ QUE IBA A PUBLICAR ESTAS LÍNEAS DEL CORAZÓN DE UNA ALUMNA QUE ESCRIBE O DE UNA ESCRITORA QUE ES ALUMNA.

NO DEJÉIS DE ESCRIBIR LO QUE SENTÍS, VEIS, OLÉIS, ESCUCHÁIS, TOCÁIS...






Hay momentos en la vida, ya sean una etapa de adolescencia o más allá, incluso en una edad infantil en los que no te enteras de lo que  pasa a tu alrededor por el mero hecho de  que aún estás abriendo los ojos al mundo. Son esos espacios de tiempo, en los que la mayoría de gente decide parar y no seguir adelante, ponerse unas cadenas y agarrarse al  suelo esperando que  un terremoto venga y les accione, pero no debe ser así. Siempre he pensado que la vida fluye, pero para que fluya de algún modo nosotros, los protagonistas de nuestra historia debemos contribuir a ello. Mirar al frente y lanzarnos al abismo ya sea con los ojos cerrados o abiertos,  ya que no debe  importarnos lo que suceda porque, como bien sabemos, todo sucede por alguna razón  la vida. En ella  nosotros somos escritores. Sí, todos lo somos.  Debemos escribir nuestra propia historia, página a página y pensar que en el momento que empieces a escribir  no hay marcha atrás, no puedes retroceder en el tiempo ya que  no se inventó una máquina para ello. Nacimos para morir, es un repetitivo ciclo vital pero... 
No nacimos para sufrir, tampoco para ser felices. En realidad nadie sabe porque estamos en este mundo. Aparte de escritores, en gran parte somos investigadores de nuestra vida Los que debemos descubrir quiénes somos, por qué estamos aquí y por qué reaccionamos de diferente manera a una situación. Todo es cuestión de lógica. Tomar las riendas e incluso a veces dejarte llevar.
                                                                         LEYRE ROMERO


“Déjame libre” le dije... No quería seguir siendo prisionera de sus labios miradas y sonrisas. Sabía perfectamente que vivía en falsas ilusiones .. Para qué engañarme. El amor es una mentira,  la cual cada vez se hace más grande.
Yo era la supuesta princesa y él era... El noble príncipe que me rescataba de la cruel realidad, llevándome a un mundo en el que solo habitábamos dos almas él y yo.
Aquello era lo más parecido a un sueño que se podía convertir en una de mis peores pesadillas. Debía abrir los ojos y comenzar a vivir la vida misma que me esperaba desde hacía ya un tiempo.
                                                                                            LEYRE ROMERO

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